Cómo cuidar la piel sensible de forma efectiva
La piel sensible es una realidad de la piel que tiene presencia en un porcentaje alto de personas, es considerada como un padecimiento que puede presentarse en pieles secas, mixtas y grasas. Muchas de las veces, es difícil reconocer una piel sensible, hasta que un factor interno o externo lo expone. Pero ¿qué quiere decir tener una piel sensible? Se trata de una hiperreacción que genera una sensación desagradable: picor, tirantez, enrojecimiento. Estas reacciones según algunos autores pueden ser desembocadas por el uso de productos cosméticos, factores ambientales, y para algunos también influyen los factores internos.
A continuación, hablaremos de puntos importantes que debemos conocer sobre la piel sensible y sus causas para así, poder prevenirla:
- Uno de los mayores desencadenantes de la piel sensible es el mal uso de cosméticos tópicos, referido a que no son aptos para el tipo de piel de cada persona. Muchos productos de uso común no son probados dermatológicamente y contienen ingredientes que alteran y dañan nuestra piel, como maquillaje o productos para skincare. Algunos otros productos son dermatológicos, pero no sirven para todo tipo de pieles, por ello es importante conocer las características de tu piel para usar productos que la beneficien.
- Es importante tomar en cuenta que existen factores que activan la sensibilidad en las pieles y que no están en nuestro control, como lo es el clima o las características demográficas del lugar donde vivimos. La contaminación representa un factor determinante.
- Nuestras prácticas cotidianas tienen una gran responsabilidad en nuestra piel, una de las cosas que impactan es nuestra alimentación y los malos hábitos que tenemos en ella, así como nuestra rutina de higiene personal: usar productos que irritan, la limpieza excesiva, afeitarnos.
- Aún no está relacionado científicamente que la piel sensible se presente en personas con alguna enfermedad dermatológica (acné, psoriasis, rosácea, dermatitis atópica). Sin embargo, las condiciones de este tipo de pieles las hace susceptibles a reaccionar de forma distinta a lo común (hiperreacción). De la misma forma está relacionado el color de la piel y su sensibilidad al daño solar.
- Otro dato importante es la importancia que tiene el ámbito psicológico, ya que el estrés, las emociones y los temas hormonales, se relacionan con la piel sensible y el malestar que provoca en distintos niveles en las personas que lo padecen.
No existen características específicas que describen una piel sensible, se trata de una percepción individual. Puede presentarse como descamación, agregando las sensaciones de picor, ardor y tirantez en mayor o menor grado. La sensibilidad no se presenta exclusivamente en el rostro, puede aparecer en el cuero cabelludo, manos o pies.
La subjetividad de este padecimiento dificulta la recomendación de un tratamiento indicado, pero es posible tratarlo desde la tenacidad, al comunicarle a tu dermatólogo las reacciones que tienes a ciertos productos y teniendo paciencia hasta encontrar una rutina que te haga sentir comodidad y seguridad.
Las siguientes son recomendaciones que te serán útiles para tratar tu piel sensible:
- Más es menos cuando se trate de uso de productos cosméticos, así como el uso específico de la categoría piel sensible. Bioderma cuenta con una línea de productos llamada Sensibio que cuenta con productos variados formulados para cubrir las necesidades de las pieles sensibles.
- Evitar productos con aroma, jabones, exfoliantes y fórmulas con AHA, retinaldehído y tretinoína.
- Elegir cremas con texturas suaves, sin ingredientes agresivos y aplicar las veces necesarias según sea el ambiente en el que te encuentres. Cetaphil Pro AC control cuenta con gran absorción e hidratación, además de estar comprobada su suavidad al actuar en pieles sensibles.
- Cuidado con el cambio del clima, protégete y prepara tu piel. La bruma facial Anthelios 50 spf de La Roche Posay es un excelente aliado de protección y comodidad, además de servir también para el cuerpo.
- Poner atención a las reacciones que tiene tu piel al ingerir algún alimento o al poner algún producto.
